¿CÓMO DEBES
PREPARARTE PARA UNA CIRUGÍA COSMÉTICA FACIAL?
En esta oportunidad quiero comunicarte algo que siempre trato de transmitir
a mis pacientes durante la consulta. Es un tema inquietante que muchos
cirujanos pasan por alto, cuando su importancia es total y los beneficios
obtenidos, máximos: me refiero a cuál debe ser la preparación prequirúrgica de
los pacientes.
Dirás: ¿Preparación prequirúrgica? ¡Ah ya! Debe ser cumplir con el
ayuno de las 8 horas (si es una cirugía con anestesia general), o ir con ropa
cómoda y con acudiente, no aplicar maquillaje, no llevar esmalte en las uñas, o
tal vez aplicar jabones/ungüentos previamente recetados para las áreas a operar
con cierta premura.
Déjame decirte que sí, eso hace parte de la preparación prequirúrgica y son aspectos relevantes, pero son los menos importantes. Hoy te hablaré, de otro tipo de preparación diseñada para que obtengas los mejores resultados en cuanto a manejo de dolor e inflamación postoperatoria, tolerancia a los medicamentos, obtención de resultados con mayor brevedad, minimización de riesgos anestésicos, entre otros.
En realidad, estos dos tips que te brindaré son aplicables a cualquier tipo de cirugía, no solo en el área cosmética, sino a nivel general. Y todos pensaríamos que son “cultura general” o de “sentido común”. Ya sabes lo que dicen del “sentido común”.
Estos dos consejos tienen como objetivo reducir el nivel de inflamación crónica que cada uno de nosotros puede o no estar sufriendo diariamente. Entendiendo que la inflamación crónica para muchos es subclínica, es decir, no necesariamente tienes manifestaciones corporales aún. Dicho de otra forma, todos podemos estar inflamados crónicamente y no estar “enfermos” por ende sintiéndonos bien, sin tomar medicamentos etc. Sin embargo, la inflamación crónica puede hacer el postoperatorio de tu cirugía mas o menos amigable en términos de que tanto te duele, que tan bien cicatrizas, que tanto te inflamas, que tan fácil tu cuerpo procesa los medicamentos sin derivar en molestias estomacales, que tan rápido retornar a tus actividades diarias, etc.
A continuación dos maneras sencillas para reducir la inflamación crónica: alimentación y ejercicio.
DIETA BALANCEADA
Siempre que nos hablan de alimentación se dispara el chip del escepticismo. Aquí en este apartado te pediré mente abierta para que recibas lo que estoy por contarte, verás como puede mejorar tu vida en muchos aspectos. Lo haré breve.
A diario debemos comer con equilibrio: proteínas, grasas y carbohidratos en adecuada cantidad. Previo a tu cirugía, como mínimo 15 días antes de la misma (y ojalá para el resto de tu vida) como fuentes proteicas debes enfatizar en tu alimentación las carnes blancas (pollo – pescado) y suspender o reducir en un 70% el consumo de las rojas (res-cerdo), ya que es conocido que estas ultimas tienen un potencial inflamatorio mayor.
Por favor, suspende todas aquellas harinas refinadas (CARBOHIDRATOS DE POBRE VALOR NUTRICIONAL) que consumas en tu diario vivir; entiéndase por harinas refinadas los productos de panadería típicos, galletas, tostadas, enlatados, entre otros. Que tu ingesta de carbohidratos sea relacionada al consumo de papa cocida, pasta, arroz, plátano maduro no frito, yuca, verduras en general y en abundancia.
Respecto al consumo de grasas es importante que evites al máximo el uso de aceite de palma o aceite de girasol para las preparaciones de tus comidas. En vez de ellos puedes y debes usar para las cocciones aceite de aguacate o de coco, así como mantequilla clarificada (ghee). Para preparaciones que no requieran cocción el aceite de oliva es adecuado para mejorar la calidad de tus alimentos.
EJERCICIO
Realizar actividad física activa tu cuerpo y mente a un nivel diferente. En
general, se ha visto que todo aquel paciente que practica algún deporte o
realiza ejercicio con moderada frecuencia, responde de mejor manera a los
estímulos quirúrgicos; entendiendo esto como menores niveles de inflamación,
menor dolor postoperatorio, menor porcentaje de hematomas, entre otros.
CONSUMO DE SUPLEMENTOS NATURISTAS
Es fundamental que si consumes algún suplemento o medicamento naturista, lo
consultes primero con tu tratante y no piense que por el hecho de ser “natural”
no puede alterar el transoperatorio (periodo durante la cirugía) o el
postoperatorio (periodo después de la cirugía). El gingko biloba, aloe vera,
zarza parrilla, suplementos con ajo y muchos otros productos diseñados para
“hacer liquida la sangre” pueden aumentar de manera importante la posibilidad
de un sangrado en el transoperatorio o la producción de hematomas y equimosis
en el postoperatorio.
Por lo anterior, es fundamental que comentes todo aquello que consumas para
definir los tiempos de suspensión que requieren cada uno de estos productos,
pues de ello depende la capacidad de tu cuerpo para coagular y cicatrizar.
Como ves el proceso de prepararte para tu cirugía es sencillo, pero debe ser GUIADO adecuadamente y en la medida a que te adhieras a él, veras importantes diferencias en tu capacidad de recuperación posterior a una cirugía.